¿Quién tiene los derechos espirituales sobre Jerusalén?
PROPÓSITO
Teniendo en cuenta que hemos eximido a los judíos de toda culpa por la crucifixión de Jesús (1) —un acontecimiento del que sólo se puede culpar a fanáticos religiosos (2)—, nunca se nos podría considerar antisemitas. ¿Cómo podríamos serlo? Jesús es Nuestro Señor, María es Nuestra Madre Celestial, Pablo fue el Apóstol de los Gentiles, y otros innumerables cristianos originales eran judíos. Por lo tanto, el propósito de este documento no es avivar las llamas del antisemitismo.
INTRODUCCIÓN
La discusión sobre quién tiene los Derechos Espirituales sobre Jerusalén ha estado en marcha desde la Resurrección de Jesucristo. Sin embargo, nunca debería haber habido ninguna discusión al respecto porque los Textos Sagrados indican claramente que sólo aquellos que se esfuerzan por vivir las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo tienen derecho a estos derechos.
Obviamente, los que hoy pretenden tener un Derecho Divino sobre ella, no lo tienen — es decir, si vamos a creer los mismos Textos Sagrados que ellos usan para reclamar sus derechos.
Negar arbitrariamente el papel mesiánico de Jesucristo —un papel que está abrumadoramente confirmado por las profecías cumplidas (3)— sencillamente no es un argumento válido. Incluso el Corán musulmán reconoce que Jesús fue enviado por Dios Padre (4).
DETALLES
Resolvamos de una vez por todas a quién pertenece Jerusalén, quién debe gobernarla y vivir en ella.
Es asombroso lo sencillo que resulta determinar quiénes son los únicos que realmente tienen la única reclamación legítima sobre Jerusalén. La grandeza de su sencillez sólo es igualada por la magnitud de su incorrección política.
Sin abrir las compuertas de las "palabras rebuscadas" que suelen utilizar los "expertos", los "teólogos" y los "líderes religiosos" para confundir e impresionar a los hijos de Dios, empecemos por el principio.
Empezando por Abraham [a partir del Génesis 11], siguiendo por Moisés [a partir del Éxodo 3], pasando por David [a partir de 2 Samuel 2] y hasta Salomón... concretamente hasta el punto en que leemos en 1 Reyes 11:
29 Aconteció por aquel tiempo que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino
el profeta Ahías silonita, que estaba envuelto en una capa nueva, y los dos estaban solos en el
campo. 30Tomando entonces Ahías la capa nueva que tenía encima, la rasgó en doce pedazos,
31 y dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos, porque así dice Yahvé, el Dios de Israel: He aquí que voy a arrancar el reino de mano de Salomón, y te daré a ti diez tribus; 32 una sola tribu quedará para él, a causa de mi siervo David, y a causa de Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido entre todas las tribus de Israel; ... 35 sino que quitaré el reino de mano de su hijo, y te lo daré a ti, a saber, las diez tribus;
36 y a su hijo le daré una tribu (la tribu de Judá), para que mi siervo David tenga una lámpara todos los días delante de Mí en Jerusalén, la ciudad que he escogido para Mí a fin de poner allí mi Nombre. 37 A ti te tomaré, y tú reinarás sobre todo lo que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel (las otras once tribus).
31 y dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos, porque así dice Yahvé, el Dios de Israel: He aquí que voy a arrancar el reino de mano de Salomón, y te daré a ti diez tribus; 32 una sola tribu quedará para él, a causa de mi siervo David, y a causa de Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido entre todas las tribus de Israel; ... 35 sino que quitaré el reino de mano de su hijo, y te lo daré a ti, a saber, las diez tribus;
36 y a su hijo le daré una tribu (la tribu de Judá), para que mi siervo David tenga una lámpara todos los días delante de Mí en Jerusalén, la ciudad que he escogido para Mí a fin de poner allí mi Nombre. 37 A ti te tomaré, y tú reinarás sobre todo lo que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel (las otras once tribus).
Así pues, vemos que el linaje recto que venía de Abraham a través de David llegó a un cruce durante el Reino de Salomón: Un linaje continuo —la Tribu de Judá— fue guardado por el Señor por el bien de Su siervo David, mientras que aquellos que continuaron el otro camino en el cruce, las Diez Tribus, ya no formaban parte del linaje original y acabaron por disolverse en la población mundial.
¿Qué vemos aquí? Vemos que, debido a que la mayoría había rechazado el camino original dado por Dios, perdieron los privilegios asociados con el linaje original.
Ahora Jesús entra en escena. Su vida cumple tan fielmente las Profecías que lo identifican como el Mesías (3) que ni el ser humano más inteligente podría haber escrito el Nuevo Testamento de una manera que justificase mejor el papel mesiánico de Jesús.
Aquí llegamos a una segunda encrucijada clave: muchos judíos, pero también —tal como anunciaron los Profetas— muchas personas de otras naciones (gentiles) aceptan a Jesús como nuestro Mesías. En esta encrucijada clave, los que aceptaron a Jesús como Mesías continuaron el linaje que, por amor a su siervo David, fue guardado por Dios. Como ocurrió con las Diez Tribus, el estamento de poder judío de la época, que rechazaba el papel mesiánico de Jesús, tuvo que abandonar Jerusalén una vez destruida —como anunció Jesús— y acabó disolviéndose en la población mundial — probablemente integrándose en las comunidades descendientes de las Diez Tribus. Esos son los judíos de hoy.
Por lo tanto, debería estar claro como el agua, para cualquiera que no esté espiritualmente ciego o sumergido en la negación, que sólo los cristianos —aquellos que componen la Familia de Jesús (5) y no los que simplemente se inscribieron en una Iglesia Cristiana por cualquier razón— son los únicos que pueden reclamar legítimamente Jerusalén.
Los judíos que no aceptaron (y aún no aceptan) a Jesús como el Mesías y fueron disueltos en la población mundial, no tienen más derecho al linaje davídico que el que tenían Jeroboam y sus súbditos.
Pueden afirmar todo lo que quieran, pero los abrumadores hechos bíblicos e históricos anulan sus afirmaciones.
CONCLUSIÓN
Por supuesto, las cosas permanecerán como están; el linaje no davídico conservará Jerusalén hasta el Fin de Estos Tiempos. Una vez que Jesús regrese, todo cambiará y lo que ahora conocemos como Jerusalén será la Nueva Jerusalén — el hogar de todos aquellos que se esfuerzan por hacer la Voluntad de Su Padre.
10 Por cuanto has guardado la palabra de la paciencia mía, Yo también te guardaré de la hora
de la prueba, esa hora que ha de venir sobre todo el orbe, para probar a los que habitan sobre la
tierra.
11 Pronto vengo; guarda firmemente lo que tienes para que nadie te arrebate la corona. 12 Del vencedor haré una columna en el templo de mi Dios, del cual no saldrá más; y sobre él escribiré el nombre de Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que desciende del cielo viniendo de mi Dios, y el nombre mío nuevo.
6 Quien tiene oído escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias”. 7 Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escríbele: “Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cerrará, que cierra y nadie abre:”
11 Pronto vengo; guarda firmemente lo que tienes para que nadie te arrebate la corona. 12 Del vencedor haré una columna en el templo de mi Dios, del cual no saldrá más; y sobre él escribiré el nombre de Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que desciende del cielo viniendo de mi Dios, y el nombre mío nuevo.
6 Quien tiene oído escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias”. 7 Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escríbele: “Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cerrará, que cierra y nadie abre:”
y también
1 Y Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían
pasado, y el mar no existía mas.
2 Y vi la ciudad, la santa, la Jerusalén nueva, descender del cielo de parte de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo. 3 Y oí una gran voz desde el trono, que decía: “He aquí la morada de Dios entre los hombres. Él habitará con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos,
4 y les enjugará toda lágrima de sus ojos; y la muerte no existirá mas; no habrá más lamentación, ni dolor, porque las cosas primeras pasaron”. 5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí, Yo hago todo nuevo”. Dijo también: “Escribe, que estas palabras son fieles y verdaderas”.
2 Y vi la ciudad, la santa, la Jerusalén nueva, descender del cielo de parte de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo. 3 Y oí una gran voz desde el trono, que decía: “He aquí la morada de Dios entre los hombres. Él habitará con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos,
4 y les enjugará toda lágrima de sus ojos; y la muerte no existirá mas; no habrá más lamentación, ni dolor, porque las cosas primeras pasaron”. 5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí, Yo hago todo nuevo”. Dijo también: “Escribe, que estas palabras son fieles y verdaderas”.
Para más información, consulte la Parte 2 de este documento.
NOTAS
(5) ¿Quiénes componen la familia de Jesús? -
Cualquiera que haga la voluntad de mi Padre que está en los
cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre. [Mateo 12:50]
In English: Who really has the Spiritual Rights to Jerusalem?
Publicado el 16 de Marzo de 2018
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