Para celebrar el Triunfo de la Cruz, compartiremos con nuestros fieles lectores lo fácil que es entender a Dios, Sus Motivos y Métodos – algo que se le ha escapado a Roma o que simplemente nunca les ha sido revelado (como el Concepto Secreto de la Trinidad (1)).

El punto de partida es que...


Es decir, todo lo que es bueno en el hombre, ya sea un sentimiento como el amor, la caridad, la compasión o un instinto como el de educar a un hijo, es un reflejo directo de Dios.

Ahora, consideremos a un hijo tuyo al que amas profundamente y para el que quieres lo mejor. Lógicamente, cuidarás cada uno de sus pasos a medida que crezca hasta la edad adulta. Le enseñarás lo que es bueno con el ejemplo y también le enseñarás qué es lo que hay que evitar, porque tiene malas consecuencias, primero diciéndole “¡No!” sin más explicaciones. Después, “¡No, porque lo digo yo!” (el niño se ha desarrollado lo suficiente como para comprender ahora que “mamá y papá saben más”). Luego, a medida que el niño crece y puede entender más, las explicaciones se vuelven más elaboradas “No, por esto o aquello”.

Por supuesto – para algunos humanos habrá algunos casos en los que la razón será “No, porque Dios nos lo dice”, pero, si el niño ha sido educado para respetar la sabiduría práctica (no caprichosa) de los padres, el niño aceptará el respaldo de los padres a las instrucciones de Dios.

El conjunto de las Leyes Divinas son la guía definitiva para los padres para que, a través de ellos, Dios críe a Sus amados hijos.

Algunas leyes son eternas, como los Diez Mandamientos. Otras leyes fueron dadas en un tiempo en que los humanos no sabían nada mejor pero, al “crecer” a lo largo de los milenios, dejaron de ser necesarias. Aquí es donde uno puede ver que, en algunos casos Jesús diría:


Mientras que, en otros casos, diría:


o bien...


Ahora, sobre el pecado... Cuando un vástago rechaza las directrices de sus padres, se meterá en problemas y tendrá que pagar un precio por las consecuencias de su obstinación. Cuando el modo de vida de un vástago es tal que hay una separación (falta de interacción frecuente, o un cese completo del contacto) entre él/ella y los padres que le nutren – los problemas y sufrimientos del vástago se multiplicarán. El hijo adulto simplemente irá de mal en peor, posiblemente hasta que muera.

Los padres sufren, pero ¿qué pueden hacer? Su hijo es un adulto con libre albedrío y los medios para vivir en esa libertad.

La situación es exactamente la misma para cada uno de nosotros y para Dios. Cuanto más disonante se vuelve nuestro modo de vida de lo que nuestro Padre más amoroso nos ha mostrado, más nos alejamos de Él; cuanto más nos alejamos, las posibilidades de que todo vaya de mal en peor aumentan exponencialmente. Si nos alejamos lo suficiente, la consecuencia también puede ser la muerte —en este caso— la muerte Eterna.

En eso consiste el “pecado”. Fíjense en el paralelismo de las palabras del hijo pródigo pródigo:


Es decir – el hijo pródigo rechazó (pecó) la guía amorosa de su padre terrenal (“ti”) –y– la guía amorosa de su Padre Celestial.

Hermanos – eso es todo. Esos son los grandes misterios de Dios y Su interacción con el hombre.


El Misterio de la interacción humano-divina es así de sencillo.

¿No tenemos motivos más que suficientes para celebrar hoy, y todos los días?

¡Que tengan un bendito día!









In English:  The Triumph of the Cross

Publicado en honor de los desposorios de María - 23 de enero • Reeditado en honor de la celebración de su nacimiento - 8 de septiembre de 2017 • Revisión general en mayo de 2018 • Traducido al Castellano el 14 de Septiembre de 2023